El mismo día que el peque se venía definitivamente a casa, mis hijas comenzaban sus vacaciones de primavera, así que el desastre estaba garantizado;
Niñas de vacaciones+bebé convaleciente+padres nerviosos y cansados= Caos
Ha sido una semana dura; No me acordaba lo que absorvía un bebé, y he andado loca para tener la casa medianamente recogida, las comidas a la hora y la ropa lavada; Resultado, he perdido los nervios en más de una ocasión, y he gritado a mis hijas, que no tienen culpa de nada;
Tengo que aprender a reconocer las señales que avisan de que voy a perder el control, para poder dominar la situación antes de que me desborde;
Al menos, reconocer el problema es el primer paso para solucionarlo;
Enhorabuena por tener, por fin, a tu pequeño en casa!!!
ResponderEliminar