Acógeme en tu corazón. Yo te acogeré en mi casa, en mi familia, en mi vida. Seré para tí una madre, tú serás para mí un hijo. Ayudaré a sanar tus heridas, le darás un nuevo sentido a la palabra esperanza. Acógeme en tu corazón. Yo sin conocerte aún, ya te he acogido en el mío.
martes, 22 de febrero de 2011
Lo que vale una mirada
He conseguido que me mire mientras toma el biberón; Apenas mantiene la mirada unos segundos, luego la aparta; Pero esos segundos tienen un gran valor para nosotros; Comienza a crearse el vínculo;
En el Centro comienzan a ver cambios en I; Le ven más despierto, más estimulado; Uno de los problemas de los Centros es que al haber tantos niños, se centran en los más demandantes, olvidándose un poco de los que apenas se hacen oir; Es normal, a veces están desbordados;
Mis hijas están encantadas con su nuevo hermano; Le llenan de mimos, de canciones y de risas; Aunque con nosotros están más exigentes, llaman más nuestra atención; Normal; Están siendo muy generosas abriendo su casa y su corazón a un niño que les es ajeno, pero necesitan reafirmar su lugar en nuestra vida; Habrá que tener paciencia y tacto con ellas; Estamos muy orgullosos de esas cuatro personitas;
viernes, 18 de febrero de 2011
Mañana I. viene a dormir por primera vez a casa; Se quedará hasta el domingo; No lo vamos a negar, estamos algo nerviosos, aunque sobre todo, estamos muy, muy ilusionados; Por fin vamos a tener a nuestro niño en el que será su hogar durante al menos un año;
El acoplamiento se está haciendo largo; Aunque los fines de semana se irán alargando, entre semana las visitas se reducen a dos visitas de tres horas, los martes y los jueves, en el Centro; Así durante al menos mes y medio; Es difícil crear vínculos con un bb de esta manera; Desde el Centro de acogida también lo creen, y van a hacer fuerza para que, o se alarguen las visitas, o se acorte el periodo de acoplamiento;
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Ayer llevé durante un buen rato a I. en el meitai;
I. es un niño muy risueño, sonríe a todo el mundo y le encanta reírse a carcajadas, pero cuando se trata de momentos íntimos, de acurrucarse (por ejemplo, a la hora del bibe), entonces rechaza la cercanía, y se niega al contacto visual;
Por eso creo que el llevalo junto a mí va a ser muy beneficioso;
Ayer le puse en el meitai; Tengo también un fular elástico, pero pienso que las primeras veces va a sentirse más cómodo sin tanta tela; Después ya compraré un fular no elástico;
La verdad es que estuvo a gusto, aunque me hacía gracia porque ponía sus manitas entre él y yo a modo de barrera, para no pegarse demasiado a mí; Al final, cuando le entró sueño, empezó a hacer fuerza hacia atrás, para no tumbarse encima mío, así que le tumbé en la silla;
Voy a ir muy despacio, sin forzar pero sin rendirme, porque creo que el llevarlo pegado a mí va a ser una herramienta muy valiosa para crear vínculo con ese niño al que le faltaron tantos mimos cuando nació;
El acoplamiento se está haciendo largo; Aunque los fines de semana se irán alargando, entre semana las visitas se reducen a dos visitas de tres horas, los martes y los jueves, en el Centro; Así durante al menos mes y medio; Es difícil crear vínculos con un bb de esta manera; Desde el Centro de acogida también lo creen, y van a hacer fuerza para que, o se alarguen las visitas, o se acorte el periodo de acoplamiento;
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Ayer llevé durante un buen rato a I. en el meitai;
I. es un niño muy risueño, sonríe a todo el mundo y le encanta reírse a carcajadas, pero cuando se trata de momentos íntimos, de acurrucarse (por ejemplo, a la hora del bibe), entonces rechaza la cercanía, y se niega al contacto visual;
Por eso creo que el llevalo junto a mí va a ser muy beneficioso;
Ayer le puse en el meitai; Tengo también un fular elástico, pero pienso que las primeras veces va a sentirse más cómodo sin tanta tela; Después ya compraré un fular no elástico;
La verdad es que estuvo a gusto, aunque me hacía gracia porque ponía sus manitas entre él y yo a modo de barrera, para no pegarse demasiado a mí; Al final, cuando le entró sueño, empezó a hacer fuerza hacia atrás, para no tumbarse encima mío, así que le tumbé en la silla;
Voy a ir muy despacio, sin forzar pero sin rendirme, porque creo que el llevarlo pegado a mí va a ser una herramienta muy valiosa para crear vínculo con ese niño al que le faltaron tantos mimos cuando nació;
viernes, 11 de febrero de 2011
Acoplando, que es gerundio
Hace una semana pudimos ver por primera vez a I; Es un niño precioso, que regala sus sonrisas a todo aquel que le hace un poco de caso;
La visita duró apenas una hora, acompañados de la psicóloga asignada a nuestro caso y de la directora del centro, una persona maravillosa y llena de energía;
No logré sentirme cómoda; No sabía cómo debía comportarme; Cuando me lo pusieron en brazos, me moría por darle un beso, pero no me atreví; No sabía si tenía aun el "derecho" a hacerlo; Mi marido, que es mucho más natural y espontáneo que yo, se puso a besarlo en cuanto lo cogió; A veces me como demasiado la cabeza, tengo que aprender a ser un poco más impulsiva;
Las siguientes visitas han estado mejor; Esta semana hemos estado dos veces ya con él a solas; Y le hemos acribillado a besos, a achuchones y a fotos; Y lo mejor, que él se deja querer;
El proceso de acoplamiento durará un mes y medio, más o menos; Durante ese tiempo, le veremos dos días por semana en el Centro y luego el fin de semana se irá alargando, desde este primero que pasa con nosotros todo el sábado, hasta los dos últimos, que estará en casa de viernes a lunes;
Se va a hacer largo; Nos morimos por traerle ya a casa, aunque entendemos que el acoplamiento es importante, para evitar futuros problemas de adaptación;
Aunque por nuestra parte, este pequeño de ojos de media luna, ya nos tiene totalmente acoplados y entregados
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